Desconcierto.

[...] Un día, de súbito, ya no quieres abrir más puertas ni leer más capítulos. Y te mueres sin saber si la culpa fue tuya o de la puta vida. O de los dos. [...]


Este blog recién estrenado no tiene intención de servir de espejo de mi alma ni de nada relativo a mi persona, soy mucho menos interesante que los dueños de las palabras que irán apareciendo periódicamente por aquí. Me decidí a abrirlo porque es bastante más chic que el fotolog y porque de vez en cuando encuentro cositas que me gustaría compartir con los amigos, como la columna de esta mañana de Millás.

Agradeceré un saludo que me caliente un poco las manos de vez en cuando, y prometo que devolveré todos, uno a uno, con un besito de regalo.

Hasta la próxima y... que sea para bien.



Por piedad, necesito que alguien me ayude a manejar esto, no entiendo ninguno de los botones y, sobre todo, quiero ¡exijo! poder tener una mascota aquí.